En la nota anterior comentamos las causas que llevan a la enfermedad en el pie de las personas con diabetes. En esta segunda parte, vamos a seguir hablando de la prevención y del tratamiento preventivo de la úlcera.

Prevenir el daño del pie

El tratamiento es la educación y ésta es continua. Es decir que desde que la persona conoce su diagnóstico, el equipo de salud debe informarle y educarle para prevenir las complicaciones. Para ello es fundamental que siempre el médico, o la enfermera, vea los pies, los revise y le vaya diciendo a su paciente acerca de su estado. ¡El examen del pie debe ser como mínimo uno por año!

Ahora bien, cómo reconocer si uno es paciente de riesgo. Le vamos a dar una lista de vulnerabilidad (de riesgo) para que Ud. se clasifique:

  • Paciente con amputación del dedo del pie, o de la pierna.
  • Paciente sometido a transplante renal (un tercio de ellos probablemente ingresarán a un hospital por problemas de pie).
  • Antecedentes de úlcera o de inflamación del pie.
  • Disminución o pérdida de la sensibilidad dolorosa.
  • Presencia de hormigueo, calambres o dolor vascular (muy fuerte y persistente, especialmente al caminar).
  • Antecedentes de lesión importante en la vista o en el riñón.
  • Edad avanzada o muchos años de duración de la diabetes.

Si Ud. tiene dos o más de estos factores, está bajo riesgo ¡debe consultar a su médico!

No llegue a tener una complicación en su pie. Para ello le aconsejamos:

  • Lavarse los pies todos los días; recuerde colocar el espejo en el piso y examinarlos.
  • Secarse con una toalla suave y si tiene dificultad use un secador para secar entre los dedos e impedir la humedad y la posible aparición de hongos.
  • Si tiene callos no use callicidas, porque puede terminar con una ulcera y la tan temida amputación.
  • Use cremas con vitaminas A para mantener la piel hidratada; además el masaje es un excelente ayudante de la circulación (produce vasodilatación y en consecuencia mayor dilatación)
  • Es fundamental que su pedicuro esté capacitado en el tratamiento del pie diabético.
  • Seleccione correctamente su calzado, es decir que sea blando, no apretado, ni holgado, con costuras hacia el exterior o mejor lisos, no usarlos por muchas horas y de acuerdo a su problema usar un realce o plantillas adecuadas como veremos más adelante.
  • No camine descalzo. Por la falta de sensibilidad puede no darse cuenta de que quedó un objeto clavado. Hemos tenido pacientes de zonas rurales que han venido con una espina de caldén de varios días metida en el pie sin sentir dolor y con una gran infección.

Ante cualquiera de los signos de vulnerabilidad consulte a su médico.

 

Tratamiento preventivo

Le hablamos anteriormente de que estamos trabajando con material ortopédico adecuado para diabéticos que nos sirven para aquellos que tienen callos (hiperqueratosis) en la planta o vencimiento de la estructura ósea con traumatismos de la piel y que por inadecuada presión del calzado producen las úlceras.

A continuación, le contamos lo que estamos usando:

Se buscan materiales blandos como las siliconas o gomas de buena memoria de volumen, es decir que no se depriman fácilmente, los materiales blandos permiten mayor confort, evitando las callosidades y favoreciendo el retorno sanguíneo. Además, dichos materiales deben ser sintéticos (no cueros) ya que permiten el lavado periódico y tienen mayor durabilidad.

El fin de la plantilla es recobrar los tres arcos principales del pie; es decir el arco interno que es el de mayor importancia, el arco transverso y el arco externo, de este modo se libera la presión excesiva de ciertas zonas. En casos de pie poco reductible, es decir que no se pueda corregir lo suficiente, se busca liberar las zonas de mayor apoyo repartiendo el peso del cuerpo en el resto de la planta del pie.

Existen también productos de gel polímero («Lenox») para el cuidado de los roces con el calzado o como correctores; haciendo así que el pie se alivie de presiones, amortigüe presiones en callosidades, malformaciones y ampollas. Por todo esto, recuerde el viejo pero tan vigente refrán: «más vale prevenir que curar».

 Textos: Dr. Jorge Luis Olivares- Doctor en Medicina- Especialista en Nutrición, Diabetología y Endocrinología – Pablo G. Nutrichi – Ortopedia NEO Publicado en periódico «Semanario REGION®», de Santa Rosa, La Pampa, del 7 al 13 de mayo de 1999 – Año 9 – Nº 417.

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